domingo, 15 de abril de 2012

Reporte de TLR "Evangelización de la Nueva España"

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO
ESCUELA NACIONAL COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES
PLANTEL ORIENTE

                                           


ALUMNO: TORRES  GARAY  JORGE  ALEJANDRO
PROFESORA:  PARRA  LUNA  GUADALUPE  TERESA
MATERIA:  TALLER  DE LECTURA  Y  REDACCION  ESCRITA, INICIACION  A  INVESTIGACION  DOC  II
TEMA: INFORME
GRADO:  SEGUNDO
GRUPO:   240

TURNO:  VESPERTINO
CICLO ESCOLAR:  2012







“EVANGELIZACIÓN EN LA NUEVA ESPAÑA”


Este tema es muy extenso en cuanto a los puntos de vista, ya que se contradicen muchos de ellos, es un tema el cual me resulta interesante ya que cambio totalmente la forma de vida del mundo en general. La historia en si me resulta atractiva, pero me cuesta creer en que los libros viene toda la razón e incluso tenerla como fuente principal de la misma, ya que en caso de que sea errónea o alguien  haya alterado los escritos de la misma para ocultar lo que en realidad pasó, se estaría enseñando a futuras generaciones algo equivocado, en este caso tome fuentes de libros, asi como paginas de internet, a sabiendas de que no es totalmente seguro que sea verdad, encontrándome con diferentes relatos de la misma.
Dos pueblos, del todo diferentes, divididos por una incomprención abismal, que no sólo dejaron de masacrarse, sino que, al acoger el amor que les ofreció Dios a través de su Madre Santísima, se aceptaron y fusionaron tan de veras que nacimos de ellos un pueblo heredero de las grandezas y miserias de los dos, pero genuinamente nuevo, síntesis y reconciliación de lo aparentemente irreconciable.
Esta evangelización en la Nueva España, también llamada “Conquista espiritual” , fue un proceso que implicó mediante la enseñanza obligatoria de la religión católica en los territorios de la Nueva España, la transmisión de la cultura occidental. La religión católica fue un elemento clave en la expansión del  Imperio español y punto fundamental en su desarrollo posterior al ser la Iglesia Católica un aliado político de los españoles y los conquistadores, quienes justificaron en todo momento sus acciones expansivas en el derecho divino y la enseñanza de la fe católica para los infieles.
La "evangelización" era una práctica y una institución por la Iglesia católica desde siglos antes, que consistía en establecer una pequeña comunidad de cristianos en un país de no creyentes, con objeto de predicar el Evangelio y que los habitantes aceptaran el catolicismo.
 En la nueva España se usó como medio de evangelización y de denominación de los indios seminómadas; los religiosos franciscanos la habían ensayado, a mediados del siglo XVI, a los indios seminómadas que habitaban Mesoamérica. El trabajo de los frailes fue eficaz y en menos de 50 años habían logrado reducir a la obediencia al gobierno español.
Tan eficiente resultó el método misional que el gobierno español lo empleó, y casi siempre con éxito, durante toda la época colonial en la mayor parte de las provincias de la frontera norte de la Nueva España. La conquista espiritual de México, denominado en ese tiempo la Nueva Españase realizó por distintas órdenes, con integrantes que chocaban con la idea de la conquista.
“Los indios tienen derecho a ser cristianos, por lo tanto tienen derecho a ser libres; la conquista es, por ende, la violación perenne de un derecho; es deber de buen cristiano deshacer la obra de la iniquidad”, Bartolomé de las Casas, citado por Raúl Peréz López en su libro Historia Breve de México.
Se establecieron iglesias, escuelas y hospitales para atender a los indígenas; establecimientos en donde los frailes se dedicaron a la cristianización auxiliándose de jeroglíficos, cuadros, danza, música y teatro. La conquista espiritual se dio casi a la par que la conquista militar, pues Cortés llegó a México acompañado por un sacerdote católico: Juan Bartolomé de Olmedo.

Hernán Cortés solicitó en su tercera a Carlos V "misioneros de las Órdenes de San Francisco y Santo Domingo, los cuales arribarían a los territorios recién conquistados a enseñar la religión católica a los conquistados. Los religiosos de dichas órdenes poseían una trayectoria misional anterior y fueron designados por el Imperio español como los encargados de liderar la labor misional en la Nueva España con atribuciones especiales como la posibilidad de impartir sacramentos y la administración de fondos económicos propios.

El 25 de abril de 1521 el Papa León X concedió la bula Alias Felicis que autorizó a las órdenes mendicantes el encabezar la tarea misional en los nuevos territorios. Tres franciscanos llegaron en la expedición cortesiana, pero no sería hasta el 15 de mayo de 1524 cuando arribó al puerto de Veracruz el grupo de los llamados Doce primeros franciscanos: Martín de Valencia, Francisco de Soto, Martín de la Coruña, Juan Xuarez, Antonio de Ciudad Rodrigo, Toribio de Benavente (Motolinía), García de Cisneros, Luis de Fuensalida, Juan de Ribas, Francisco Jiménez, Andrés de Cordoba y Juan de Palos.

Los dominicos fueron la otra orden importante que se estableció en el virreinato, con poco tiempo de diferencia de los franciscanos. Llegaron hacia 1526 y establecieron sus misiones en Oaxaca y Chiapas. Bartolomé de las Casas presidió esta organización religiosa durante su estancia en Nueva España, y en 1542 escribió al rey informándole acerca de la situación social en Nueva España, cartas que más tarde recopiló en su obra "Brevísima relación de la destrucción de las Indias". Francisco de Vitoria, de su misma orden, difundía ideas contrarias a las de De las Casas, y el Consejo de Indias les convocó a ambos para debatir sus ideas ante tal organismo. Fue entre 1550 y 1551, cuando Vitoria, De las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda discutieron sus posturas en la llamada "Aula Triste" del Palacio de Santa Cruz. A este hecho se le conoce como Junta de Valladolid. Las ideas de De las Casas lograron mayor impacto en los oidores, lo que quedó plasmado en las Leyes de Indias de 1552[.]

Los agustinos fueron la tercera orden en importancia, llegada en 1534 y extendida por la Mixteca y el Estado de Guerrero, pero más tarde lograron su expansión por la Huasteca de San Luis Potosí y Veracruz, unos años después a Michoacán. Entre otros, se destacaron Francisco de la Cruz, Agustín de la Coruña y Jerónimo Jiménez. A base de donativos, la orden se hizo de grandes propiedades que a la postre se convirtieron en haciendas y latifundios. Estas tres órdenes fueron las más influyentes y las que construyeron grandes edificios para su religión, que al paso de los siglos pueden verse todavía en pie.[][]

Las órdenes minoritarias se dedicaban a atender los hospitales y las escuelas, como los juaninos. los hipólitos, los carmelitas, y los mercedarios, además de algunas órdenes femeninas como las clarisas. La máxima realización de las órdenes terciarias fue el Hospital de Jesús, durante siglos el mayor hospital capitalino, en él reposan los restos de Cortés. El conde de Aranda, su primer ministro, le informó del peligro que representaban los jesuitas para la corona, por sus enseñanzas liberales y por su alianza con Clemente XIII, por lo que el rey determinó expulsarles en 1767, causando así la caída del sistema educativo de la Nueva España, pues los jesuitas eran los mayores educadores de la juventud novohispana

Los pueblos indígenas fueron en principio hostiles a la nueva doctrina y muchos de ellos se negaron a aceptar la religión católica como única oficial. Los frailes se encargaron de la labor evangelizadora y educativa, en esta tarea destruyeron vestigios de su antigua cultura. A la vez, integraron valores del México prehispánico. La Inquisición fue establecida en 1571 a semejanza de la española, que vigilaba y reprimía las manifestaciones contrarias a la religión, llevando muchas veces a sus sentenciados a la pena capital. En principio, los religiosos se enfrentaron a Felipe II pues los sacerdotes deseaban abolir la esclavitud y la servidumbre predominante entre los indígenas, pero el rey se negó y estuvo a punto de expulsarles de sus dominios. El Papa Sixto V intervino y concilió a ambas partes.[[

Las Órdenes Mendicantes,  Franciscanos, arribaron en 1524.Jesuitas, arribaron en 1526. Agustinos, arribaron en 1533.

Los monasterios mendicantes en México fueron una de las soluciones arquitectónicas ideadas por los frailes de las órdenes mendicantes en el siglo XVI para la Evangelización en la Nueva España, pensadas para un número enorme de indígenas no católicos. Se basaron en el modelo monástico europeo, pero añadieron elementos innovadores en la Nueva España como la cruz atrial y la capilla abierta, además de caracterizarse por ostentar diversas corrientes decorativas y una apariencia recia como fortalezas.

La función religiosa de estas edificaciones se pensó para un número enorme de indígenas por evangelizar, aunque pronto por la política de reducción el conjunto se convirtió en el centro de enseñanza de sus comunidades y de los modos civiles de occidente, el castellano, diversos artes y oficios, salud, e incluso servicios fúnebres.

La evangelización en la Nueva España no fue tarea facil, especialmente en los primeros años de la Colonia, cuando aún estaban arraigadas las costumbres prehispánicas religiosas. Fue en este ambiente de crispación y tensión religiosa que en 1531 apareció(segun la leyenda) la Virgen de Guadalupe, que al paso de los tiempos fue convirtiéndose en un símbolo de la nación, fortaleció el mexicanismo y fue la más importante evangelizadora del Virreinato de Nueva España.[][]

De acuerdo a la tradición recogida años después en el Nican Mopohua,[] el 9 de diciembre de 1531 un indígena caminaba por las laderas del valle de México. Su nombre era Juan Diego Cuauhtlatoatzin (venerado como santo por la Iglesia Católica), y se dirigía a Tlatelolco a escuchar la predicación de la doctrina catolica. La aparición de la Virgen a Juan Diego se realizó con el fin de acaparar la atencion de los indigenas y construir un santuario para su veneración en el cerro del Tepeyac, lugar donde ocurrieron las manifestaciones. La Virgen le pidió a Juan Diego que fuera a ver al entonces obispo de México, fray Juan de Zumárraga, y le pidiera que construyera el templo. Por dos veces Juan Diego entregó el mensaje, ante el escepticismo de Zumárraga, quien finalmente, le pidió una señal de que era cierto que se le aparecía la Virgen.

 Pocos días después, el 12 de diciembre, el tío de Juan Diego, Juan Bernardino, cayó enfermo, y Juan Diego corrió a la capital por un confesor, pero lo hizo por otro sendero para eludir el contacto con la Virgen por no poder en ese momento atender su demanda. La Virgen le salió al encuentro por el camino diciendole que su tio habia sanado, enviándolo a recoger flores en la cumbra del Tepeyac, como señal para el obispo. Juan Bernardino, tío del mensajero, no sano luego de la entrevista entre su sobrino y la Virgen como lo habia dicho esta. Juan Diego, mientras tanto, se presentó ante el obispo de México y algunas personas de la alta sociedad, mostrándoles las rosas de Castilla en su manto, en el que además había quedado estampada (segun la leyenda) la imagen de la Virgen de Guadalupe. Zumárraga atribuyó el hecho a una intervención divina, tomó el ayate de Juan Diego y ordenó su exhibición pública. Años más tarde, esta historia se relataría en el Nican Mopohua escrito en náhuatl por Luis Lasso de la Vega. Juan Diego murió en 1548, fue beatificado en 1990 y canonizado en 2002, ambos procesos por Juan Pablo II. Alonso de Montúfar, sucesor de Zumárraga en el arzobispado de México, mandó construir la primitiva Basílica de Guadalupe, inaugurada en 1708, y con calidad de santuario desde 1738, concedido por Benedicto XIV, quien también designó a la Virgen de Guadalupe "Patrona de México" y "Emperatriz de América".

La Iglesia en España fue dividida en dos grandes órdenes: el clero secular —integrado por los sacerdotes que no pertenecen a ninguna orden y que están sometidos al poder de los obispos— y el clero regular, formado por las órdenes religiosas de hombres y mujeres, sujetos a las reglas que su orden les imponga. Esta estructura fue traída a la Nueva España, donde sufrió algunos cambios pero la esencia se mantuvo a lo largo de la colonia.

El diezmo fue, sin duda, la base de la economía clerical novohispana, instituido por Alejandro VI en el Tratado de Tordesillas (1494). Era una especie de impuesto sobre la renta, que equivalía a la décima parte de las ganancias obtenidas por cada súbdito en un año, con respecto a sus propiedades inmuebles, ganaderas y agrícolas, además de las comerciales. En su mayoría, el diezmo era usado para cubrir las necesidades de los sacerdotes y pagar tributo a la corona, el resto era enviado al Papa quien lo distribuía en la cristiandad de acuerdo a su criterio

Otras órdenes como los agustinos, poseían extensiones de terrenos para la crianza de ovejas. Las capellanías fueron una de las mayores fuentes de ingresos para la Iglesia, consistía en un impuesto que se gravaba sobre las propiedades de rurales, casas tiendas o talleres, a semejanza de una hipoteca. Los censos consistían en una renta anual o hipoteca sobre una propiedad.

Todo esto concluyo a la gran destrucción de la cultura de nuestros antepasados Mesoamericanos, a sus creencias y a varia de su cultura, aunque no todo fue destrucción, si lo vemos desde el otro lado, fue un gran aporte en cuanto a la enseñanza de cultura, pintura, artes, política, y modos de gobierno, con esto no quiero decir que nuestros antepasados hayan estado cegados a esto, ya que tenían modos de gobierno y varias cosas ya mencionadas, solo fue un modo de compartir nuestras culturas, de una manera un poco brutal.

Esta conquista se refiere, al cambio que se realizó en el corazón del hombre conquistado en cuanto a sus creencias religiosas. Debían dejar de adorar a sus dioses, de hacer sus ceremonias o ritos, de forma obligatoria, para adorar a otro que el conquistador traía (nueva religión). La evangelización por parte de los españoles a los indígenas americanos, fue una conquista espiritual, que se llevo a cabo por medio de castigos.

La conquista espiritual fue un largo proceso de transfiguración y profanación cultural (en todos los centros ceremoniales donde había una Tzacualli, “pirámide”, se destruyeron éstas y se obligo a los naturales a construir sobre sus ruinas iglesias) en donde la violencia y la coerción siempre estuvieron presentes, para imponer la obediencia y la sumisión, condiciones que se hacían aparecer como valores y que habían de asumirse, ante la necesidad de subsistir.

La finalidad de la conquista espiritual era: ver vencidos y sometidos a “indios y demonios” y como señala Robert Ricard “El éxito de la conquista sería medido no por la asimilación de ideas sino por el comportamiento físico y verbal de los nativos, que fue llamado devoción”.

Y por ultimo, la verdad, hablar de la conquista espiritual sin hablar de la Guadalupana no tiene sentido. Debido a que fue este personaje quien dio la estocada final a todo, ya que varios indígenas, incluso los mas renuentes se dieron por creer en esta aparición y aceptar la fe de la Iglesia, dando la espalda a sus antiguas creencias.

Bibliografia:

Libros:

·         “Una Evangelización Perfectamente Inculturada” .- Sr Lango Mons, Jose Luis Guerrero

·         “Historia Breve de México” - Raul Perez

Paginas de internet:

·         http://geomara-chavez-lopez.suite101.net/la-conquista-espiritual-en-la-nueva-espaa-a1961

·         http://www.ompemexico.org.mx